Si has nacido en los 80 o los has vivido, recordarás a Farala, aquella mujer que cautivó a toda la oficina cuando apareció. Su eslogan lo hemos cantando y bailado de generación en generación “tenemos chica nueva en la oficina, se llama Farala y es divina”.
Eslóganes como el de Farala se han convertido en elementos principales de la imagen de marca y han quedado guardados en nuestro imaginario colectivo.
Ahora bien, ¿qué ha pasado para que los eslóganes actuales no tengan tanta capacidad de recuerdo como los de los 80?
Para saberlo, primero tenemos que analizar cuáles fueron las razones de su éxito.
Razones del éxito de los anuncios de los 80
- Repetición: Gracias a repetir y repetir el anuncio a todas horas en la televisión y la radio y al tener un ritmo pegadizo, los consumidores lo interiorizaron.
- Utilización de una frase pegadiza: “Leche, cacao, avellanas y azúcar…Nooociiillaaaa”, ¿quién no recuerda este anuncio? Su frase pegadiza unida a la cancioncilla que la acompañaba, nos ha marcado a personas de los 80, pero también a generaciones posteriores que la oyen, la reconocen y la canturrean.
- Audiencia menos segmentada: solo había dos canales de televisión e Internet no estaba tan difundido, por lo que los anuncios llegaban mucho más directos y más, si se repetían y repetían sin parar una y otra vez en cada bloque publicitario.
- Seguir transmitiendo las mismas ideas aunque modernizándose año tras año. Desde hace más de 10 años, la Navidad no es lo mismo sin el anuncio de turrones “El Almendro” y el eslogan: “Vuelve a casa vuelve, por Navidad”. ¿Quién no ha vuelto a casa por Navidad, como en el anuncio, durante estos años? El spot sigue teniendo el mismo eslogan y sigue transmitiendo lo mismo que en sus inicios, tan sólo ha modernizado su estética y se ha adecuado a los tiempos.
….pero ¿qué les ocurre a los eslóganes actualmente? ¿Por qué no triunfan como antaño?
Está clarísimo que los eslóganes de los 80 han calado hondo en nosotros, pero ¿por qué no ocurre lo mismo con los actuales si la inversión triplica, o más, lo que costaban aquéllos?
El problema no está en la creación de eslóganes pegadizos, sino en la frecuencia de llegada de los mensajes al consumidor. La causa principal es que existen muchos más canales de comunicación y muchas más herramientas para llamar su atención de las que había antes, haciendo de este modo que se pierda atención sobre él.
Por otra parte, el espectador actual es mucho más “exigente”. Ahora estamos más instruidos, sólo con una frase pegadiza los clientes no compran tu producto. Se necesita más y ese más lo aporta:
- Que sean escuchados activamente
- Que les generen emociones
- Que les den información
- Que puedan comprobar opiniones de otros usuarios del producto
Claves para realizar un eslogan con éxito
Como hemos visto, actualmente conseguir que un eslogan “pegue fuerte” es una tarea bastante difícil. Muy pocos han conseguido quedar en nuestra retina como por ejemplo “Just do it” de Nike o “Se derrite en tu boca y no tus manos” de M&M.
¿Quieres conseguir un eslogan “pura dinamita”? Aquí tienes algunos consejos:
- Crea una frase corta y sencilla de unas 3 ó 4 palabras
- Impacta: El impacto se puede conseguir con una llamada a la acción, generando tensión, consiguiendo emocionar o haciendo desear algo
- Crea una frase difícil de olvidar: Puede ser por ejemplo evocando a otra cosa muy cotidiana, como cuando creamos reglas nemotécnicas para no olvidar claves
- Resume la filosofía de tu marca: Muestra los aspectos clave de tu empresa
- Sé original: Inventa algo que tú y sólo tú tendrás
Como podéis ver el futuro es impredecible, pero parece claro que o los eslóganes actuales combinan los elementos que triunfaron en el pasado con las necesidades actuales o estarán abocados al fracaso…habrá que darle tiempo al tiempo pero parece que ya no son lo que eran.
Y para recordar viejos tiempos os dejamos el anuncio de Cola Cao y el de la Familia Telerín que en iempresa nos marcaron cuando éramos pequeños…