Especialistas en AdWords (enlaces patrocinados de Google), marketing online, SEO o e-commerce debaten últimamente si los anuncios en Facebook – Facebook Ads – superarán en breve a Google AdWords.
A pesar de las similitudes que hay entre las dos herramientas, la realidad es que se trata de dos fórmulas bastantes diferentes a la hora de hacer publicidad.
Forma de pago – Coste por Clic
Una de las grandes similitudes es que ambas ofrecen la posibilidad de realizar el Pago Por Clic o coste por clic (CPC): eso significa que el sistema sólo cobrará aquellos clics que los usuarios hagan sobre el anuncio en cuestión, mientras que las impresiones – o número de veces que se muestra el anuncio – no tendrán ningún coste.
Otra forma de pago que ofrece Facebook Ads es el Coste Por Mil o CPM, un formato en el que pagas una cantidad determinada de dinero cada 1.000 impresiones. Los precios dependen del tipo de categoría bajo la que se encuentra tu producto o servicio a publicitar. Dependiendo de lo amplio que sea el target al que diriges tu campaña, 1.000 impresiones pueden acabarse en pocas horas.
Anuncios de texto vs. Anuncios de texto + imagen
Sin duda, la mayor diferencia que se advierte entre ambas herramientas es su presentación: mientras que Google sólo permite utilizar texto en los anuncios mostrados en su página de resultados de búsqueda, Facebook Ads se caracteriza por permitir incluir una imagen en la parte superior del anuncio, encima de los textos descriptivos. Google sólo permite la opción anuncio de texto + imagen en su Red de Display.
Público Objetivo
Cuando un usuario se registra en Facebook, son muchos los datos que puede llegar a rellenar: edad, sexo, ciudad, estado sentimental, gustos e intereses, nivel de formación, etc. Todas estas variables son las que la herramienta de Facebook Ads utiliza a la hora de que los usuarios segmenten sus campañas, consiguiendo afinar al máximo el público al que quieren que lleguen los anuncios de la campaña.
La diferencia con Google AdWords es que éste utiliza un método que se basa en las palabras clave que introducen los usuarios en los buscadores, independientemente de los parámetros socio-demográficos de esos usuarios.
Lo que los anunciantes deben plantearse es si prefieren orientar sus campañas a usuarios que realizan búsquedas activas o si por lo contrario prefieren llegar a usuarios pasivos que pueden ver los anuncios mientras navegan “tranquilamente” por Facebook.